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El gobierno de Cristina Kirchner expresó ayer su "honda preocupación" por la escalada de tensión entre Venezuela, Ecuador y Colombia y, en una postura de fuerte impacto político, respaldó a Hugo Chávez en su acusación de que las fuerzas militares colombianas violaron territorio ecuatoriano en el operativo que terminó con la vida del número dos de las FARC, Raúl Reyes.
"La Argentina está muy consternada y preocupada ante una evidente violación de la soberanía territorial de un país de la región como es Ecuador", dijo una alta fuente oficial de la Cancillería ayer, ante la consulta de LA NACION.
Chávez denunció que el ejército colombiano "violó la soberanía de Ecuador" al atacar una base de la guerrilla en su territorio y aseveró que su gobierno apoyará a Ecuador "en cualquier circunstancia".
El canciller Jorge Taiana, por orden de la Presidenta, mantuvo conversaciones con sus pares de la región para analizar el escenario político abierto tras los episodios armados que terminaron con la vida del líder guerrillero Reyes.
Desde Ginebra, donde se encuentra para participar hoy de una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Taiana mantuvo conversaciones con los cancilleres de Brasil, Chile, Ecuador, Colombia, Paraguay y Venezuela, informaron ayer fuentes del Palacio San Martín.
Taiana acordó con sus pares estar activos y en permanente contacto para intercambiar información, realizar consultas y trabajar para coordinar una posición común.
También se analizó la posibilidad de esperar la respuesta de Colombia ante la protesta formal presentada por Ecuador. Anoche, al cierre de esta edición, Bogotá anunció que pedirá disculpas a Quito. Mientras tanto, no se descarta convocar entre hoy y mañana a una sesión especial de la OEA solicitada por el gobierno ecuatoriano.
En la Cancillería también preocupó sobremanera la decisión de Chávez de cerrar la embajada en Bogotá y enviar tropas a la frontera, y la de Ecuador de convocar a su embajador en señal de protesta.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, calificó el operativo de Colombia de "transgresión de los principios de soberanía e integridad territorial".
La presidenta Kirchner se encontrará cara a cara con Chávez el miércoles próximo, cuando visite Venezuela para firmar acuerdos energéticos, en una escala de su viaje rumbo a República Dominicana para participar de una cumbre del Grupo Río.
La visita adquiere ahora un tono político resonante, sobre todo cuando se tiene en cuenta que Chávez calificó al presidente de Colombia, Alvaro Uribe, de "criminal", "mafioso" y "narcotraficante", entre otros epítetos.
Desde la oposición hubo advertencias sobre las consecuencias que podría tener la escalada de tensión, que también provocó preocupación en Washington.
"Chávez está tratando de que Estados Unidos, a través de Uribe, no le viole el espacio aéreo como hizo con Ecuador. Estados Unidos no tolera el protagonismo de Chávez y reacciona así, e interrumpe el proceso humanitario. Hay una espiral de lógica de exterminio que podría ser fatídica para la región", dijo el diputado de ARI Carlos Raimundi.
"La Argentina debería manifestar su solidaridad y compromiso con Colombia por el mantenimiento de la paz en la región. También debería apoyar el combate contra las FARC y manifestar preocupación por la actitud de Chávez", dijo el diputado de Pro Federico Pinedo.
Por Lucas Colonna
De la Redacción de LA NACION
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